Después de su gran lanzamiento con la Tarmac SL7, la compañía estadounidense no se detiene, es por esto que ahora lanza una nueva bicicleta inspirada en el amor por la rodada, creando un producto enfocado en maximizar los momentos en que todo desaparece y el hombre y la máquina se fusionan en uno solo.

Actualmente existen ciclistas que anhelan algo más que carreras, que ven las experiencias en Open Road como un equivalente a pisar la línea de meta de una competencia. Las demandas de estos sofisticados ciclistas son iguales a las de cualquier atleta profesional, ya que mientras que los atletas buscan velocidad, estos otros ciclistas buscan un combo perfecto que cubre desde las subidas rápidas hacia las nubes hasta los descensos más perversos, la combinación ideal de una conducción superior y la rodada inigualable de una bicicleta que es el epítome de la calidad, rendimiento y estilo.

Para la compañía este esfuerzo les permitió aplicar todo lo que han aprendido acerca de la fabricación de bicicletas en el último medio siglo, su objetivo fue romper todas sus nociones preconcebidas para el desarrollo de este nuevo modelo. Están muy bien familiarizados con las normas de la cultura del ciclismo como con las de la UCI, pero ninguna de estas restricciones podría afectar su proceso. Esto se debe a que consideran que la creación de este instrumento de experiencias trascendentales en bicicleta es mucho más importante.

Santiago Botero, Gerente General Specialized Colombia indica; “La creación de nuestra bicicleta de ruta Aethos comenzó con una pregunta: "¿Y si...?" ¿Y si creamos una bicicleta inspirada en la experiencia de rodar en la ruta más bonita y pura de todas? ¿Y si creamos una bicicleta enfocada en maximizar los momentos en que todo desaparece y el hombre y la máquina se fusionan en uno? Todos conocemos esos momentos en los que nos perdemos en la reverencia de escalar una montaña o realizar telepáticamente un giro, donde nos sentimos liberados de las limitaciones que acompañan la vida cotidiana y los kilómetros se convierten en horas”.

Aethos nació de un momento "Eureka" en el laboratorio de pruebas, los ingenieros estudiaron la flexión y respiración de los cuadros de carbono en la plataforma de pruebas de pedales, y se dieron cuenta que no existía suficiente comprensión por parte de la industria respecto a cómo fluyen las fuerzas a través de un cuadro. Vieron necesario hacer mejoras significativas, por eso utilizaron simulaciones de supercomputadoras asombrosamente desarrolladas más de lo que cualquier humano puede hacer en su vida para alterar sutilmente las formas de los tubos redondos.

Esto permitió que sus formas fueran más cónicas en áreas clave para obtener considerables ganancias en rigidez y equilibrio con la mínima cantidad de material. No hay nada extra; sólo más estabilidad e integridad. El resultado de la Aethos representa una manera completamente nueva de diseñar bicicletas, este resultado definió la forma en que se construirán todas las bicicletas en el futuro.

Es una bicicleta ligera, rígida y equilibrada es mágica en los pedales, es el cuadro de disco de ruta más ligero de la historia, sin complicaciones y con un peso reducido a solo 5,9 kg. Es muy ilegal en algunos círculos competitivos, pero aún así está pensada para un ciclista de 275 libras y posee todos los requisitos de conducción que cualquier ciclista espera.