Llegamos al restaurante, un desayuno con amigos cae bien, huevos, marranitas, aborrajaos, arepas, empanadas, frutas, jugos, todo eso compartimos entre charlas, fotos y risas, para luego comenzar el descenso y continuar rumbo a casa, no sin antes subir hasta loros, otra ruta cercana que vale la pena visitar.