Llegamos al cruce que nos llevaba a Santa María Alta, no estaba en nuestros planes hacer esa ruta, paramos solo a tomar agua, y de repente se me ocurrió que el día estaba perfecto para un ascenso como ese y además llevar a Sandra era buena idea, no la conocía, y exigirse en su entrenamiento sería bueno, siempre hay que avanzar.